La instalación de una planta eléctrica de generación distribuida representa una de las fases más críticas dentro del ciclo de vida del sistema. Factores como la atenuación del ruido, la evacuación de gases de escape, el suministro de combustible, el sistema de puesta a tierra y el diseño del flujo térmico deben integrarse desde el proyecto inicial, respetando normativa técnica, buenas prácticas de ingeniería y criterios de fiabilidad.